El Tepache

lunes, 17 de junio de 2013

Violan McDonald’s y Burger King derechos humanos y laborales


Fueron las primeras empresas en aplicar pago por hora, revela estudio de la UAM
Utilizan esquema de contratación temporal de adolescentes de 16 a 22 años con el mecanismo de terciarización y bajo sindicatos de protección, refieren entrevistas realizadas por ONG
Patricia Muñoz Ríos
 
Pago de 15 a 16 pesos por hora trabajada, que significan salarios quincenales de mil 600 pesos en promedio; contratación como empleados generales, por lo que en una misma jornada preparan comida y lavan baños o pisos que provocan constantes accidentes, sobre todo caídas y fracturas; y obligación de firmar renuncias en blanco; son las condiciones laborales de los jóvenes que laboran en McDonald’s y Burger King.

Entrevistas realizadas a estos empleados en una investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana de Xochimilco e información del Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDesc) revelan las condiciones en que laboran los jóvenes en estos restaurantes de comida rápida, los cuales tienen sindicatos de protección, que les aseguran la no organización de los trabajadores, además de que gozan de otra particularidad: rara vez son verificados por inspectores de la Secretaría del Trabajo.
Tanto McDonald’s como Burger King, de acuerdo con la información recabada, utilizan el mismo esquema de contratación temporal de adolescentes y jóvenes desde los 16 años y hasta los 22, no más allá, porque no quieren trabajadores con antigüedad ni contratos permanentes. Contratan en su mayoría a estudiantes, que son capacitados por sus propios compañeros.
En las dos empresas, luego de sus jornadas de trabajo, ya sea que hayan preparado comida o hayan atendido las cajas, tienen la obligación de hacer la limpieza de los locales, lavar baños, limpiar mesas, pisos, ventanas, cocina y demás, según manifiestan los jóvenes en las entrevistas que se les realizaron, así como la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco.
Una joven que llamaremos María –quien en McDonald’s  tuvo un accidente en un ojo– y Ernesto, que labora en Burger, señalaron que las jornadas se pueden prolongar más de ocho horas: si las tiendas cierran a las 22 horas, pueden tardar hasta dos o tres horas más limpiando el establecimiento; por lo que a las doce o una de la madrugada tienen que buscar cómo irse a su casa o pedir a sus padres que vayan por ellos.
María relata que el accidente que sufrió fue porque le saltó aceite en un ojo, razón por la que fue trasladada de emergencia a una clínica del Seguro Social, estuvo incapacitada un mes y a su regreso fue despedida. Nunca le entregaron su liquidación, “me hicieron dar varias vueltas: ‘ven mañana, no está firmado tu cheque, no lo encontramos’. Hasta que mejor deje de ir”. Aunque le quedaron secuelas del accidente en el ojo derecho y conoce a muchas otras compañeras que han sufrido caídas, fracturas e intoxicaciones con químicos de limpieza, dice que es imposible reclamar, porque les hacen firmar renuncias en blanco y documentos para liberar de responsabilidades a la empresa.
Ernesto detalla que los jóvenes que reclaman por las condiciones de trabajo son despedidos de inmediato, que les pagan en promedio 15 o 16 pesos por hora, que tienen un día de descanso y que a veces no los dotan de equipo de seguridad para realizar sus tareas. Tanto MacDonald’s como Burger King contratan a través de terceras empresas.
Carlos García Villanueva, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, en su informe Jóvenes y trabajo precario expone que estas empresas fueron las primeras en aplicar el pago por hora, con bajo salario, elemento básico en la contratación de empleados en condiciones laborales de precariedad.
En su análisis, difundido en Veredas: Revista del Pensamiento Sociológico, el experto detalla que en Burger King las contrataciones se hacen por conducto de la intermediación tercerizada de Comidas Rápidas SA de CV. Son por tiempo indeterminado, sin estabilidad laboral, bajo condiciones de multifuncionalidad, que la empresa tiene la prerrogativa de cambiar horarios y tareas, las cuales van desde descongelar carne para las hamburguesas y cocinarlas, hasta lavar la cocina, desinfectar utensilios, asear baños y demás.
En entrevistas que el investigador hizo entre los trabajadores concluye que las condiciones laborales en estas empresas están marcadas por una situación de alta rotatividad, salario insuficiente, falta de seguridad e higiene, mal trato, gran cantidad de actividades a realizar y cero protección sindical.
ProDesc llevó a cabo la semana pasada un Día de acción global contra las violaciones de derechos humanos laborales en McDonal’s, y detalló que en Estados Unidos a algunos trabajadores de intercambio les impusieron turnos de hasta 25 horas seguidas, sin pago extra y remuneraciones inferiores al salario mínimo y altos cobros por alojamiento.
En la ciudad de México, McDonald’s tiene firmados contratos colectivos de trabajo con el Sindicato Progresista Justo Sierra de Trabajadores de la República Mexicana, controlado por Ramón Gámez, “el zar de los contratos de protección, quien se encuentra prófugo de la justicia”; sin embargo, le fue otorgada la toma de nota como secretario general de esta organización.

No hay comentarios:

Publicar un comentario