Autor: Pablo Moctezuma Barragán
os medios ridiculizan a quien habla de fraude electoral, pero el 71
por ciento de la población ya antes de la elección consideraba que sí
podía haber fraude electoral (http://www.jornada.unam.mx/2012/06/29/politica/003n1pol).
Las elecciones de 2012 fueron diseñadas por los poderes
fácticos comandados por el gobierno de Estados Unidos para imponer a
Enrique Peña Nieto y para frenar a Andrés Manuel López Obrador. Todas
las instituciones desde el gobierno federal, la mayoría del Congreso de
la Unión y los medios de comunicación han estado al servicio del
candidato de la oligarquía proyanqui. La forma en que la
televisión, estaciones de radio y cadenas de periódicos –con sus
valiosas excepciones– intervinieron en esta elección, le quitó desde un
inicio la imparcialidad y equidad al proceso.
Lo sucedido es escandaloso e inaceptable: Peña Nieto firmó contratos con Televisa (exhibidos por The Guardian)
y otros medios de comunicación para favorecer la campaña de quien fuera
gobernador del Estado de México e ignorara o denostara a Andrés Manuel.
Las reformas de 2007 impidieron la creación de un nuevo partido
político hasta 2013, redujeron los tiempos de campaña imponiendo la veda
electoral en febrero y marzo de 2012, y acordaron la distribución de
recursos y de propaganda de manera que el Partido Revolucionario
Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN) tuvieran una
enorme ventaja. La forma en que manejaron las encuestas para crear la
percepción de un amplio triunfo de Peña fue grosera.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el
Artículo 41 dice que el Instituto Federal Electoral (IFE) tiene la
función de dar certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y
objetividad a la elección. Nada de esto sucedió en las elecciones
federales de 2012. Y es que, en realidad, el IFE es el aparato de
control electoral para garantizar que el PRI-PAN se mantenga en el
poder. El IFE, cuyos consejeros han sido electos por la Cámara de
Diputados hegemonizada por el PRI y el PAN, actuó en todo momento como
cómplice de la imposición de Peña Nieto y para tener a raya a
Andrés Manuel, a quien se llamó a cuentas, mientras Enrique Peña Nieto
rebasaba escandalosamente los topes de campaña sin que el IFE chistara.
Los delitos cometidos por el PRI son múltiples y todos fueron solapados,
como las tarjetas de la tienda de autoservicio Soriana con 1 mil pesos
de saldo cada una, distribuidas en el Estado de México; tarjetas
telefónicas con 100 pesos de saldo, donde se escucha un mensaje del
candidato Peña, vigentes a partir del 28 de junio; tarjetas Monex
(monederos electrónicos con distintas cantidades de dinero entregados
por el PRI a los representantes del partido); o tarjetas canjeables por
materiales de construcción, o distribución directa de cemento, tinacos,
enseres domésticos y despensas. Hubo denuncias en el Estado de México,
Baja California Sur, Oaxaca y Sonora por repartir despensas y otros
materiales con la intención de influir en el voto. En Baja California,
el Movimiento Progresista descubrió tres camiones: dos cargados con
paquetes de despensas y uno con víveres sin empaquetar. En Lerma, Estado
de México, hay denuncias ante la Fiscalía Especializada para la
Atención de Delitos Electorales (FEPADE) por un camión cargado con más
de 500 cajas del programa de apoyo de útiles escolares que serían
distribuidas por el PRI en el municipio de Chapultepec. En San Pedro
Ixcatlán, Oaxaca, se interceptaron vehículos con propaganda del PRI,
cajas de sardinas, aceite comestible, sopas y leche, así como una caja
con 200 boletas electorales en cada vehículo. También en Huautla de
Jiménez, Oaxaca, militantes del PRI fueron retenidos por seguidores del
Movimiento Progresista con tres camionetas cargadas con boletas
electorales; llevaban también materiales de construcción y despensas. La
compra masiva y descarada de votos se dio en todo el país. Y estos son
sólo botones de muestra.
La elección fue organizada por parte del PRI para garantizar el triunfo de Peña a toda costa,
sin importar la violación de leyes. Efectuaron la “Operación Maleta”,
estrategia orquestada por los gobiernos del PRI para la compra de votos,
que consiste en un trabajo de coacción del voto a través de los
llamados “promotores”, quienes deben convencer a 10 personas cada uno,
mediante el pago de despensas o materiales de construcción para que
voten por el candidato del PRI. Con el apoyo del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación, ejecutaron la “Operación Ágora” de Elba
Esther Gordillo, cuya meta fue orientar 5 millones de votos para el
candidato del PRI canalizando 12 millones de dólares para el pago de
“operadores” o mapaches, cuya labor es organizar el acarreo de
votantes. La “Operación Ágora” fue ejecutada por más de 28 mil personas
que fungieron como “operadores”.
Se reportan también anomalías con las boletas en el municipio
Emiliano Zapata, en Tabasco. El 30 de junio, boletas electorales
apócrifas fueron entregadas por una mujer (que no quiso identificarse)
al locutor del programa de radio Caminando por mi pueblo, el señor Pedro
Sala. La mujer informó que esas boletas iban a ser utilizadas por el
PRI.
Han aparecido boletas duplicadas en Oaxaca, Oaxaca, donde
representantes del Partido del Trabajo, el 8 de junio, hallaron folios
duplicados en la papelería electoral correspondiente al Consejo
Distrital 8; boletas duplicadas en Tlacolula de Matamoros, Oaxaca, el 9
de junio; se detectaron talonarios con folios repetidos en el distrito
4, y boletas faltantes en otros talonarios de boletas asignadas al mismo
distrito; se encontraron boletas duplicadas en el Estado de México el
13 de junio; en el Distrito 2 se detectaron boletas duplicadas en
Zacatecas; y en Sonora, el 17 de junio; duplicidad de boletas
electorales en el municipio de Jerez, en Zacatecas; boletas duplicadas
en Querétaro, el 18 de junio; también en el municipio de Cadereyta el 15
de junio en el distrito 5 se encontraron 5 mil folios repetidos; 122
mil boletas de más en Tabasco, el 21 de junio; 35 mil boletas de más en
Oaxaca; boletas duplicadas en Puebla, el 12 de junio; en los distritos
de Ciudad Serdán y Ajalpan, 100 boletas marcadas a favor del candidato a
senador del PRI fueron descubiertas por vecinos de San Pedro Ixcatlán,
Oaxaca, en vehículos del edil priísta Fidel Fernández, el 30 de junio;
boletas marcadas a favor de Peña en Cancún; se denunció a una camioneta
del PRI transportando urnas y material electoral del IFE en Arandas,
Jalisco, el 27 de junio.
La organización no gubernamental En la Democracia Todos Contamos
documentó 180 delitos electorales y los presentó como denuncia ante la
FEPADE. Se trata de pruebas donde se demuestra la compra y coacción del
voto así como el condicionamiento de programas gubernamentales y uso de
recursos públicos con fines electorales. La imposición de Peña Nieto se
ha dado en una de las elecciones más sucias de las que se tenga memoria,
donde el PRI hizo gala de todas sus artes y mañas.
La guerra sucia fue descarada y ahí el IFE no metió las manos.
Incluso en junio, del 24 al 27, Once Tv transmitió un spot donde
mienten diciendo que “siete de cada 10 mexicanos no votarán por López
Obrador” (nadie firma el spot). El director de comunicación de la
televisora aclaró que dicho espacio televisivo fue enviado por el IFE,
acompañado del oficio PEPPP/STCRT/8474/2012, donde se pide sea
transmitido del 24 al 27 de junio.
En muchos lugares se impidió la libertad de opinión, utilizando el
amedrentamiento. Para coaccionar a la población, el PRI utilizó grupos
de golpeadores en diversos lugares de la república y agredió a
disidentes. El movimiento Yo Soy 132 denunció, antes de la elección, 22
casos de agresión a miembros de esa agrupación.
Ante este operativo fraudulento el IFE ni vio ni oyó nada.
Incluso el 11 de junio se sorprendió a capacitadoras del IFE repartiendo
propaganda del PRI y de su candidato Peña Nieto dentro de la sede del
Consejo Distrital 14 de la Ciudad de México. Los hechos ocurrieron al
término del simulacro en el que participaron ciudadanos que integrarían
las mesas de casilla (las tarjetas telefónicas que repartieron
reproducen la imagen de Peña). En muchos centros de trabajo se coaccionó
el voto, por ejemplo en la Comisión Federal de Electricidad en Hidalgo.
En el IFE se reportaron amenazas de despido a quienes no votaran por el
PRI. Violando impunemente todas las leyes, el día de la elección
llegaron en todo el país numerosos reportes de mensajes a celular
invitando a votar por Peña Nieto y por los candidatos del Partido Verde.
En algunos se menciona expreso el nombre del partido, mientras que en
otros sólo se hace alusión a sus propuestas de campaña, como los vales
de medicina, la cadena perpetua a secuestradores, etcétera.
El día de la elección, el proceso de instalación de casillas y
luego el de conteo de votos y entrega de paquetería a los consejos
distritales estuvo llena de irregularidades, en muchos casos llegaban
los paquetes abiertos y sin sellos y con diferencias entre lo
contabilizado en las casillas y lo capturado por el IFE. De modo que no
son confiables los resultados que se han dando a conocer.
Finalmente, el presidente del IFE Leonardo Valdés Zurita, cuando el
Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) llevaba
computadas menos del 10 por ciento de las casillas, salió a anunciar con
bombos y platillos en cadena nacional el triunfo de Peña Nieto
basándose en resultados de un sondeo rápido que difiere de los números
del PREP. Luego, Calderón se apresuró a felicitar al mexiquense y éste
fue presentado como presidente electo, sin serlo, por los medios de
comunicación. Con 42.85 por ciento de las casillas computadas, se le
adjudicaban a Peña Nieto 36.74 por ciento de los votos y a Andrés Manuel
33.19 por ciento. Con una diferencia de 3.55 por ciento muy diferente
al 7 por ciento del conteo rápido que reportó Valdés Zurita.
Por otro lado, es indudable que Andrés Manuel y el Movimiento
Progresista llegaron al fin de la campaña mucho más fuertes y
organizados que en 2006. El cierre de campaña del 27 de junio fue
espectacular. La juventud y el movimiento Yo Soy 132 están activos y en
pie de lucha. Se movilizaron hasta el 30 de junio y desde el 2 de julio.
La sociedad toda exige ya la democratización de los medios de
comunicación y de la vida pública, de modo que se desarrollará un amplio
movimiento, no sólo contra este fraude, sino por el real ejercicio de
la soberanía popular. Paso a paso hemos ido avanzando. No han faltado
obstáculos. Vivimos una etapa crucial en la que el futuro de México está
en juego. Hace falta más organización y movilización para llegar
a la transformación que este país necesita. Es hora de esforzarnos más.
No es hora de pesimismo, el cambio ya comenzó. El nivel de conciencia,
la organización y el involucramiento de la juventud nos ha hecho más
fuertes. La lucha continúa.
*Politólogo y urbanista; vocero del Congreso de la Soberanía y dirigente de Mexteki
Fuente: Contralínea 292
No hay comentarios:
Publicar un comentario