El Tepache

miércoles, 25 de julio de 2012

Abogados, no; contadores, sí


Francisco Rodríguez
Indice Político

¡Qué gran capacidad tienen los priístas Pedro Joaquín Coldwell y Jesús Murillo Karam –ambos abogados— de seguir ensuciando la elección presidencial! Justo apenas, los dos jurisconsultos acaban de derramar unas cuantas toneladas más de lodo sobre el ya muy cuestionado proceso democrático (jejeje) que tuvo en el primer día de julio su momento culminante… o el de mayor movimiento de votos, tarjetas y monederos electrónicos.


Señalados y acusados los dirigentes del PRI y los integrantes del equipo de campaña de Enrique Peña Nieto de traficar con la pobreza y la ignorancia de un buen número de electores a quienes les habrían canjeado el sufragio por una mísera compensación económica… el presidente del CEN del PRI y el coordinador jurídico de la defensa del triunfo (?) peñanietista ¡no encontraron mejor salvaguardia que la de apuntar con índice flamígero a sus señaladores y acusadores de llevar a cabo lo mismo… ¡pero más barato!

Antes que limpiar la elección, Joaquín y Murillo siguen ensuciándola.

Y es que, más que defensa jurídica de los votos obtenidos por el señor Peña Nieto, lo que se asoma tras la acusación que hace dos días hicieran a “gobiernos de izquierda” —de aportar recursos públicos hasta por 1 mil 200 millones de pesos a la campaña de Andrés Manuel López Obrador— es una autodefensa.

En primer lugar, porque previo a las elecciones y durante uno de los debates entre coordinadores de las campañas que organizara la colega Carmen Aristegui en su programa radiofónico, Luis Videgaray negó, negó y negó cualquier relación del PRI y del equipo del mexiquense con Monex, la institución financiera que habría fondeado los millares de tarjetas con las que los tricolores llevaron a cabo sus operaciones de compra-venta de sufragios. Ante la mirada complaciente de Ricardo Monreal, Roberto Gil Zuarth casi casi obligó al equipero de Peña Nieto a jurar sobre una Biblia o a firmar un documento con su aserto de que los priístas nada tenían que ver con “la banca extrema” –cual acertadamente la califica mi querida y admirada Lourdes Mendoza en su columna de Reforma— Monex.

Pero luego, y no precisamente en un domingo siete, sino en un jueves 17 (de julio) el hidalguense Murillo Karam sale con que siempre sí, que sí hubo un vínculo “indirecto entre Monex y el PRI, pues el grupo financiero de Héctor Lagos fue contratado por Alkino Servicios y Calidad, S.A. para proporcionar las tarjetas de prepago que cubrirían los sueldos de los operadores priístas.

Pues ¿no qué no había vínculos, señor Videgaray? ¿Se enojó usted, don Luis, porque su correligionario haya salido a desmentirlo y hacer valer su palabra lo mismo que el papel sobre el que supuestamente estamparía su firma negando los señalamientos que en aquella ocasión le hiciera Gil Zuarth en presencia de Aristegui, Monreal y millares de televidentes y radioescuchas?

La “defensa” de Murillo Karam –siempre escoltado por Joaquín Coldwell— merecería que ahora que regrese de vacaciones, Peña Nieto le soltara el clásico “mejor no me defiendas, compadre”… y, peor, no hagas quedar en ridículo a mi muy estimado Luis Videgaray.

Sucia la elección. Más sucia, incluso, que aquella del 2006. Porque aquí los lodos, los dineros, las encuestas amañadas, los medios de comunicación parcializados… se pulieron y refinaron.

¿Traen evidencias los contrarios de nuestras porquerías? ¡Lancémosles lodo! Que su negrura oculte lo que debiera ser transparente.

Tiene razón el senador Manlio Fabio Beltrones cuando dice que más que abogados, lo que se requiere para limpiar la elección son contadores. Y auditores, y fiscalistas, y financieros…

Ya los abogados Joaquín y Murillo se han encargado de ensuciar todavía más los comicios democráticos (jejeje) del anterior primer día de julio, ¿a poco no?

Índice Flamígero: En la última mesa de coordinadores de campaña del programa radiofónico de Carmen Aristegui, Ricardo Monreal entregó comprobantes fiscales digitales de las cuentas de Monex a través de las cuales se emitieron 100 mil monederos electrónicos cargados con 160 millones de pesos, que presuntamente fueron entregados a cambio de votos a favor del PRI. “Vamos a demostrar cómo Monex actuó con doble contabilidad; el IFE ha sido omiso porque no ha resuelto el caso de Soriana, el de Monex y la contabilidad paralela, los miles de millones que se gastaron”, advirtió Monreal. “Contadores, no abogados”, pues. Como dijo Beltrones. + + + Cuente usted 129 días más.

Eso falta para que termine este sangriento sexenio.

http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=15&idTitulo=181228

www.indicepolitico.com / pacorodriguez@journalist.com

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