Hillary interviene
AMLO, más pruebas
Telepoder cercado
Aeroméxico sexenal
AMLO, más pruebas
Telepoder cercado
Aeroméxico sexenal
Julio Hernández López
EN MEMORIA DEL ASALTO AL CUARTEL MONCADA. Integrantes del movimiento en solidaridad con Cuba y diversas organizaciones sociales marcharon ayer hacia la embajada de Estados Unidos, en memoria del asalto al cuartel Moncada. La caminata comenzó en el Hemiciclo a JuárezFoto Marco Peláez. |
A Hillary Clinton no le pareció suficiente que Barack Obama hubiera
hablado tres semanas y media atrás con Enrique Peña Nieto para reconocer
anticipadamente un presunto triunfo electoral que aún está en litigio, así que
repitió la receta telefónica este miércoles, como si las circunstancias
mexicanas hiciesen necesario apuntalar una estructura o un personaje que,
obviamente, necesitaran de tales reiteraciones de apoyo.
Las tareas de salvamento a cargo de la secretaria de Estado del gobierno
imperial pretenden dejar claro que los factores del verdadero poder mundial, y
sus aliados nativos, han decidido irrevocablemente que el ocupante de Los Pinos
será el entrampado destinatario de la llamada, suceda lo que suceda
(haiga de ser como haiga de ser: la Haigocracia
mexicana sublimada con EPN) en términos jurídicos, políticos y sociales con las
cada vez más fundamentadas acusaciones de fraude electoral y con las
movilizaciones y protestas contra esa imposición.
El poder estadunidense estimó necesario lanzar un nuevo salvavidas hablado
justamente cuando Andrés Manuel López Obrador acababa de dar a conocer nuevas
pruebas del delictivo entramado priísta de financiamiento y operación. Aún en el
contexto sabido del sometimiento del tribunal electoral federal a las
directrices del gobierno calderonista y la banda peñanietista (plenamente
amancebadas), las pruebas y evidencias que siguen apareciendo constituyen un
reto mayúsculo para la trapacería jurídica institucionalizada, a tal grado que
se ha abierto una fisura en el monolito de complicidades que se aferran a
defender la cacareada imposibilidad de dar reversa a la imposición, aceptando la
invalidez del proceso, pero no puede dejar de reconocer que la turbulencia
arrecia, y que un descuido o una acción torpe pueden desencadenar factores
latentes que empujarían el presunto vuelo exitoso hacia Los Pinos a zonas de
navegación imprevisible.
Esas perturbaciones en las alturas tienen como causas notables dos tipos de
activismo en curso: el del propio candidato presidencial directamente afectado
por el fraude, Andrés Manuel López Obrador, quien ha debido mantenerse en una
desventajosa situación de
civilidadpara no echarse encima a los medios de comunicación (esencialmente, Televisa) y a los empresarios que le empujaron a firmar un
pactocon insistencia envenenada, que desde entonces se adivinaba pero ahora queda confirmada.
Pero, a pesar de moverse en esa camisa de fuerza voluntariamente aceptada,
López Obrador ha vuelto a mostrar la sabida tenacidad que tanta ira llega a
provocar a sus adversarios y ha ido presentando, siempre en el marco legal,
pruebas importantes de la compra priísta de una presidencia. Ayer mismo, en
Twitter, el tabasqueño escribió un mensaje de tercas convicciones vueltas a
vitaminar que probablemente provocó sofocos en las alturas de tres colores (y en
sus inversionistas telefónicos):
Tenemos pruebas: EPN utilizó dinero de procedencia ilícita. Ninguna argucia legal podrá impedir que se invalide la elección presidencial.
El otro activismo que genera agitación en los ánimos impositivos proviene de
la franja social que, en razón de su origen estudiantil, sigue siendo llamada
132 aunque en ella convergen ciudadanos de diversas edades y ocupaciones. Aún
cuando su discurso y acciones han ido más allá de lo que inicialmente podrían
haber considerado sus fundadores, el movimiento 132 lucha contra el conjunto de
maniobras sucias con que se ha tejido un presunto triunfo priísta pero no se
estaciona en ese carril electoral ni se decanta obligatoriamente por el
aspirante desplazado.
El 132 va más allá, con la vista puesta en el sistema en su conjunto y con la
convicción de que, por más esfuerzos que se realicen en esa arena electoral
tramposa, siempre se tendrán resultados parecidos a los de esta ocasión, y que
las formas tradicionales de lucha deben ser mejoradas (entre otras cosas, porque
suelen acabar convertidas en refuerzo de lo mismo contra lo que se combatía)
hasta convertirlas en instrumentos eficaces de transformación.
Una de esas acciones que generan turbulencia en las alturas ha sido acordada
en diversas asambleas, a sabiendas de los riesgos de provocación física y
manipulación informativa que conlleva: el cerco pacífico de las instalaciones de
Televisa en la avenida Chapultepec de la ciudad de México y en las
correspondientes a las diversas ciudades donde el movimiento 132 pueda
actuar.
Televisa, además de ser la secretaría de pésima educación, incultura y
frivolidad nacionales, se ha convertido en un factor fundamental de ejercicio
del poder, sometiendo a sus políticas a gobernadores y seudopresidentes de la
República, chantajeando los erarios de los estados y el federal, y manejando sus
noticieros y espacios de opinión, e incluso los deportivos y de espectáculos, a
proyectos facciosos a los que la televisora sirve fabricando percepciones
favorables para ciertos candidatos o gobernantes (el ejemplo escandalosamente
actual es Peña Nieto, auténtico producto inflado a fuerza de espots) y, al mismo
tiempo, impidiendo que la pluralidad política y social se exprese, cerrando
espacios a las protestas y la disidencia, no tanto en términos de tiempo de
exposición al aire de esos asuntos (aunque sucede con frecuencia esa cerrazón a
determinados temas) como en la forma de presentarlos, en la apreciación y el
comentario tramposos, en la inducción y la manipulación conceptuales.
Y mientras el gran negocio del sexenio, Aeroméxico, ha ganado tanto (sin
Mexicana de Aviación como competencia), que ha hecho un pedido de 100 aviones
B737Max, y 10 bimotores B787 Dreamlines a Boeing, por un total de 10 mil 800
millones de dólares (bit.ly/Q4dG5a).
Recuérdese que de inmobiliario chihuahuense, José Luis Barraza saltó al Consejo
Coordinador Empresarial, que en 2006 enderezó campaña contra AMLO y
portentosamente acabó presidiendo el consejo de administración de Aeroméxico (en
un Astillero de 2008 se puede leer sobre el tema). ¡Feliz fin de semana, con
Felipe Calderón volcado en ejercer de presidente... del PAN!
Fuentehttp://www.jornada.unam.mx/2012/07/27/opinion/010o1pol
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio
Astillero
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