Presenta programa de seis puntos para el cambio
"¡Hoy tenemos mucho por hacer! Organizarnos será el primer paso!"
Asumimos la dignidad del difamado y su lucha como propia. Dijimos que no éramos sólo un número y que los números no volveríamos a ser sirvientes callados de estadísticas y encuestasFoto José Carlo González |
Integrantes del movimiento #YoSoy132 en la toma pacífica de TelevisaFoto José Carlo González |
Integrantes del movimiento #YoSoy132 en la toma pacífica de TelevisaFoto Francisco Olvera |
Integrantes del movimiento #YoSoy132 en la toma pacífica de TelevisaFoto Francisco Olvera |
Integrantes del movimiento #YoSoy132 en la toma pacífica de TelevisaFoto José Carlo González |
Entre todos construiremos la democracia auténtica de México y nuestro futuroFoto José Carlo González |
Ya no seremos más una voz silenciada. Venimos aquí con nuestros cuerpos que gritan: ¡¡¡Ya basta!!!Foto José Carlo González
Periódico La Jornada
Sábado 28 de julio de 2012
Sábado 28 de julio de 2012
Discurso del movimiento #YoSoy132 pronunciado en durante la
toma pacífica de las instalaciones de Televisa Chapultepec:
Convocados por una vergüenza que nos afrenta, hoy estamos aquí, a las puertas
de esta empresa mediática ignominiosa, que se ha encargado de desinformar y
manipular al pueblo mexicano.
A los pueblos de México:
Cuando llegamos estaba el mundo y éramos ya un pueblo con hambre y con siglos
de opresión. Éramos cúmulo de descontento, éramos fraudes electorales sin
revolución, éramos Chiapas y 500 años sin nombre levantados en armas, éramos
Aguas Blancas y el pueblo en la tierra asesinado, éramos crisis y deudas ajenas,
manos sin trabajo, éramos huelga, barricadas aplastadas, Atenco y Oaxaca,
mujeres violadas y asesinadas, víctimas de represión. Éramos trabajo de
esclavos, familias migrantes, cuerpos en puentes colgados, mártires (presas) del
terrorismo de Estado, moneda de cambio en una campaña, asesinato como libre
mercado.
No fuimos buscados sino que fuimos la ineludible consecuencia de un pasado y
presente plagado de certezas impuestas.
No somos sino que hemos sido. Somos el efecto de la muerte y la
indignación.
Asumimos la dignidad del difamado y su lucha como propia. Dijimos que no
éramos sólo un número y que los números no volveríamos a ser sirvientes callados
de estadísticas y encuestas.
Dijimos que #YoSoy132 es ponerse de pie ante la afrenta y negarse
rotundamente a agachar la cabeza. Es no aceptar la representación que nos
imponen como realidad.
#YoSoy132 es un movimiento estudiantil y social, político, apartidista,
pacífico, autónomo, antineoliberal, independiente de los partidos, candidatos y
organizaciones que responden a un programa electoral; un movimiento democrático
donde la toma de decisiones emana de sus asambleas locales y generales, que ha
trascendido la coyuntura electoral y seguirá organizándose y luchando para
transformar profundamente a México, como contrapeso a cualquier decisión y
política que vulnere los derechos e intereses de nuestro pueblo.
Emprendimos el camino y chocamos con monumentos que para nosotros son
murallas o fronteras, nos encontramos con la muralla de un sistema económico que
se presenta como inevitable, como un absoluto impuesto a nuestras vidas. Sus
ladrillos son la pobreza de más de la mitad de los mexicanos y la obscena
riqueza de unos pocos, donde los diez más ricos del país concentran el
equivalente al ingreso de los 40 millones más pobres; un campo abandonado que
sólo produce miseria y migrantes; la ausencia de oportunidades que empuja a los
desposeídos al crimen organizado; la venta de lo colectivo para beneficio de
unos cuantos; la concesión de megaproyectos por encima de los derechos
ambientales y comunales. Sobre esta muralla los grandes poderes colocan, con
descaro, para cautivar nuestras aspiraciones, su opulencia, la promesa del
progreso, el sueño de algo propio que siempre permanece ajeno.
La muralla de la desinformación, donde una minoría controla la opinión
pública y la verdad es reducida a un artículo más de consumo, concentrado en
encuestas y espots publicitarios, en personajes vacíos de telenovela, en una
caricatura triste y cínica de la realidad. Es en esta muralla donde levantan
nuestra posibilidad de elegir, como si en verdad hubiese elección alguna y no
todo estuviera decidido de antemano por el mejor inversionista.
La muralla que protege a empresas que envenenan nuestra comida y enferman a
nuestros niños; que vuelve a la salud un artículo de lujo en beneficio de
corporativos y laboratorios extranjeros; que abandona al enfermo y al
necesitado, a la embarazada, al mutilado, al discapacitado, al agonizante, al
recién nacido y a la anciana para saciar la avaricia anónima de las ganancias de
la bolsa.
Vimos la gran pared alzada para frenar a un pueblo con disposición de lucha
al que sin embargo sistemáticamente se le aisló. Una esperanza en ciernes
obligada a gritar en el vacío. Desde los días gloriosos de la División del Norte
y el Ejército Libertador del Sur, a las rotundas peticiones de justicia de las
madres cuyas hijas fueron asesinadas en Ciudad Juárez y en el estado de México,
desde las grandes movilizaciones de los estudiantes en el 29 a las de sus
hermanos de 68, 71 y 99. Un pueblo cuyas acciones y luchas eran fosilizadas y
puestas en un museo y cuyo fondo se dejaba de lado para que nadie preguntara,
para que nadie supiera. Generaciones de mexicanos con exigencias legítimas cuya
única aspiración era la de construir una nación digna y libre, sin desigualdades
que se erigieran contra el derecho de existencia de cada individuo y que
vilmente fueron ignoradas una a una por un afán de saqueo continuado que quiere
que su voluntad sea la nuestra. Hace 12 años gran parte del pueblo le entregó
sus mejores anhelos a un hombre y éste cometió uno de los peores crímenes contra
la nación: ignorar y pisotear su esperanza. Él, ellos, un sistema que cree que
no podemos mirar por encima de la ciudad murada que nos han querido imponer.
Caminamos unos pasos y con la fría estructura nos pegamos, es la ignorancia
sombría, donde se preparan para maquiladores los que tienen la suerte de ir a
alguna escuela, donde la educación pública es la educación de las telenovelas,
donde el fin de enseñar no es el aprendizaje sino el suministro de mano de obra
barata para las trasnacionales. Se erige en ésta como un regalo la modernización
educativa y la lógica donde sobrevive sólo el más apto, los exámenes
estandarizados, el maestro vuelto obrero mal pagado como modelo de
superación.
Y al final, si aún tenemos rostros y manos un retén nos cierra el paso, los
muros de acero y concreto, los muros piedras y balas, los muros donde mataron a
tu hermana, de las desapariciones forzadas, de los daños colaterales que
desdibujan las caras, los muros del miedo y las cabezas colgadas, de la
impotencia, donde son presentados niños muertos como líderes de bandas, donde no
queda voz para protesta y menos para deserción. El muro de la estrategia
correcta donde fuiste acribillado para que estuvieras seguro del crimen y del
horror.
Hemos caminado, chocado contra estos muros y buscado la salida, pero cuando
los vemos en conjunto, hallamos frente a frente un edificio, una estructura que
sostiene una sociedad diseñada para el beneficio de unos pocos. Donde arriba
funcionan perfectamente sus negocios y donde abajo somos aplastados todos. Un
edificio muerto maquillado de juventud, al que le rechinan sus bisagras y
puertas. No queremos edificios viejos, no queremos edificios decrépitos por su
corrupción, no queremos muros que nos aplasten. Las y los jóvenes queremos
edificios vírgenes.
***
Hemos emprendido el sendero de lucha y hemos decidido caminar hacia
adelante y nunca volver atrás. Con nuestros puños derrumbaremos sus muros,
nuestro grito retumbará en sus oídos sordos y conmoverá los cimientos de su
estructura. Nosotros, los que hemos salido a las calles, mediante la
concientización, politización y organización del pueblo, con el poder de su
cohesión y unidad, lucharemos, lucharemos por conseguir derribar sus pilares,
entre todos construiremos la democracia auténtica de México y nuestro futuro, y
este es el programa de lucha que proponemos:
1. Democratización y transformación de los medios de comunicación,
información y difusión. Consideramos que sólo con la socialización de los medios
de difusión y un modelo de medios públicos se alcanzará una verdadera apertura
mediática y se garantizará el derecho a la información y a la libertad de
expresión.
2. Cambio en el modelo educativo, científico y tecnológico. Buscaremos una
educación verdaderamente laica, gratuita, científica, pluricultural,
democrática, humanista, popular, crítica, reflexiva, de alto nivel académico y
garantizada por el Estado en todos los niveles como obligación
constitucional.
3. Cambio del modelo económico neoliberal. La experiencia y la historia nos
dan la certeza de que el mercado no es la panacea para la solución de los males
sociales, y que el gobierno y la sociedad deben de jugar un rol fundamental para
resolver los problemas económicos que aquejan al país. Por eso lucharemos por
una economía humana, justa, soberana, sustentable y de paz.
4. Cambio en el modelo de seguridad nacional. Para la restauración de la paz,
es imperante el retiro de las fuerzas armadas de las funciones de seguridad
pública, así como detener la criminalización, represión y hostigamiento de la
protesta social y de la población en general. Exigimos el esclarecimiento de los
asesinatos como el caso del luchador social Carlos Sinuhé Cuevas y nos
pronunciamos por un ¡Alto a los feminicidios y crímenes de odio! Al mismo tiempo
reivindicamos los procesos autónomos de seguridad comunitaria y de organización
contra los megaproyectos.
5. Transformación política y vinculación con movimientos sociales. Para
fomentar y fortalecer la democracia participativa en la toma de decisiones, la
construcción de políticas públicas y el apoyo a los proyectos autónomos y
autogestivos, proponemos el enriquecimiento y creación de asambleas distritales,
municipales, comunales, locales y barriales. Todo esto, para la constitución de
un poder popular y ciudadano que vigile a los órganos de gobierno e implemente
desde la sociedad mecanismos para la solución de sus demandas. Abrazamos las
voces de las organizaciones y movimientos sociales, vinculándonos de manera
solidaria en búsqueda de alianzas que toman como principio el respeto a su
autonomía, la construcción de una relación horizontal y el reconocernos con
humildad como uno de tantos actores sociales que expresan el descontento
social.
6. Salud. Lucharemos por el pleno cumplimiento del derecho a la salud
consagrado en el artículo 4º constitucional y en la observación general 14 del
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) de la ONU. Nos
oponemos al esquema neoliberal de salud adoptado en las últimas décadas por el
Estado mexicano y nos pronunciamos en favor de un enfoque multidimensional e
interdisciplinario del sector de la salud.
***
Si queremos una democracia auténtica, será ineludible la
democratización de los medios. Como todos los defectos de nuestra pobre
democracia, la concentración y manipulación de la información es una herencia
que perdura del viejo régimen y del supuesto cambio.
A lo largo de casi todo el siglo XX, el PRI cooptó a sindicatos, empresas y
movimientos sociales corrompiendo a sus líderes e integrándolos a su sistema de
favores. En el régimen del PRI las empresas se congratulaban con el Estado para
obtener privilegios y así, el Estado lograba apuntalar su poder sobre todos los
ámbitos de la vida política, económica y social de México. El control de la
difusión de la información y de los medios de comunicación era fundamental para
controlar las corrientes de oposición y los movimientos sociales.
Integrantes del movimiento #YoSoy132 en la toma pacífica de TelevisaFoto José Carlo González |
El contubernio Televisa-PRI tiene más de 60 años de existencia. Emilio
Azcárraga Vidaurreta, el abuelo del actual presidente de Televisa, fundó en 1951
el canal 2, seis años después de la creación del PRI. Azcárraga Vidaurreta
concretó con el impulso del gobierno priísta en turno, la concentración de los
canales 2, 4 y 5 bajo una sola compañía, Telesistema Mexicano, consolidando el
monopolio de la televisión de la época, el cual informaba sólo lo que al PRI le
convenía, distorsionando la información e ignorando a los movimientos sociales
que cuestionaban las políticas gubernamentales.
La manipulación más descarada fue en el año de 1968, en el cual el movimiento
estudiantil fue atacado, minimizado y censurado por el monopolio televisivo que
en aquel entonces produjo 28 telenovelas, entre ellas una cínicamente titulada
Pueblo sin esperanza. El día de la masacre en Tlatelolco, el 2 de
octubre, Jacobo Zabludowski anunció como principal noticia que había sido
un día soleado.
¿Quién? ¿Quiénes? Nadie. Al día siguiente, nadie.
La plaza amaneció barrida; los periódicos dieron como noticia principal el
estado del tiempo. Y en la televisión, en la radio, en el cine no hubo ningún
cambio de programa, ningún anuncio intercalado ni un minuto de silencio en el
banquete. (Pues prosiguió el banquete.)
Una de las páginas más negras en la historia de la comunicación mundial, pues
se traicionaba el derecho humano a la información y se evidenciaba la alianza de
los Azcárraga con el poder. Gustavo Díaz Ordaz, desesperado por cegar a la
población ante la realidad, permitió dos canales más: los canales 8 y 13.
En 1972, por iniciativa de Luis Echeverría, los canales 2, 4, 5 y 8 se
fusionaron con el nombre de Televisa, cuya dirección estaba a cargo del hijo de
Azcárraga Vidaurreta: Emilio Azcárraga Milmo, alias El Tigre, quien se
proclamaba un
soldado del PRI y del presidente, y que decía hacer
televisión para jodidos, porque México era un país de jodidos.
En 1993, Salinas de Gortari entregó a Ricardo Salinas Pliego la televisora
Imevisión con los canales 7 y 13. En 2002, Salinas Pliego tomó por la fuerza las
instalaciones de Canal 40, acto conocido como el chiquihuitazo. El
entonces presidente Vicente Fox, al ser increpado sobre la responsabilidad del
gobierno en estas acciones ilegales, pronunció cínicamente su frase célebre:
¿Y yo por qué?Fox, que después de décadas inauguraba la transición a la supuesta democracia mexicana, se arrodilló ante los poderes fácticos del país, cuyo rostro más visible son los medios de difusión de información.
¿Y yo por qué?decía el valentón que prometía sacar a patadas al PRI de Los Pinos:
¿Y yo por qué?, decía el líder del voto útil, el de las grandes promesas.
Poco antes de terminar su periodo, en 2006, Fox anticipó el pago de un favor
al duopolio televisivo aprobando en una discusión de siete minutos en el
Congreso la llamada ley Televisa, la cual permite a los consorcios el
uso del espectro radioeléctrico sin ningún tipo de cargo y regulación,
despojando al pueblo mexicano de un bien público que le pertenece. Dos meses
después, el monopolio mediático impulsó la brutal represión que sufrieron los
pobladores de San Salvador Atenco, orquestada por el gobierno federal y el
entonces gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, en la cual fue
asesinado nuestro compañero Alexis Benhumea. Toda la información sobre las
violaciones, asesinatos, agravios y atropellos fue ocultada por varios medios de
difusión.
Los poderes fácticos se concentran en estos medios. De los diez hombres más
ricos de México, cinco se encuentran en las mesas directivas de las televisoras.
Ricardo Salinas Pliego es el segundo hombre más rico de México y casi duplicó su
fortuna tan sólo el año pasado. Grupo Salinas tiene empresas como Elektra,
Salinas y Rocha, Banco Azteca, Tv Azteca, Italika, entre otras.
Pedro Aspe, quien fue secretario de Hacienda durante el gobierno de Salinas y
dijo que la pobreza en México era un
mito genial, se encuentra en el consejo de administración de Televisa junto con cuatro de los diez hombres más ricos de México con intereses en todos los sectores de la economía nacional.
Alberto Bailleres es el tercer hombre más rico de México y es dueño de
Palacio de Hierro, de Peñoles, la segunda minera más grande del país, y
accionario de Femsa, que controla los Oxxo’s, la Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma
y Coca-Cola México.
Germán Larrea, el cuarto hombre más rico de México, es el dueño de minas como
las de Cananea y Pasta de Conchos. En 2006, por no contar con medidas de
seguridad adecuadas, en una explosión en la mina Pasta de Conchos murieron 65
mineros, de los cuales, a seis años del incidente, sólo han sido rescatados dos
cuerpos.
Roberto Hernández, el segundo accionista más importante de Televisa, es el
noveno hombre más rico de México. Este personaje fue beneficiado con la
privatización de los bancos con Salinas y posteriormente por el rescate bancario
iniciado por Ernesto Zedillo. Finalmente, habiendo quebrado a Banamex, banco con
más de un siglo de antigüedad en México, lo vendió al banco estadunidense
Citibank, obteniendo jugosas ganancias y sin pagar impuestos.
Emilio Azcárraga Jean, el presidente de Televisa y de la dinastía que siempre
se benefició de sus relaciones con el poder, es el sexto hombre más rico de
México y posee clubes de futbol y acciones en distintos bancos. Ahora, con la
tradición monopólica de familia, se alía a través de Iusacell con su supuesto
competidor: Tv Azteca.
***
Televisa y Tv Azteca son la cara más visible y el principal
instrumento de la oligarquía que gobierna este país, de los poderes fácticos
que, de acuerdo con sus intereses, imponen y quitan gobernantes.
Son empresas
que producen y difunden información manipulada, confusa y tergiversada para
hacer pasar por opinión pública lo que conviene al régimen económico y político,
para imponer a los gobernantes que ejecuten los proyectos neoliberales de los
grandes capitalistas tanto nacionales como trasnacionales.
Desde 2005, Jenaro Villamil denunciaba en la revista Proceso las
estrategias mediáticas para promocionar a Enrique Peña Nieto, el nuevo
representante de los poderes fácticos y del proyecto económico neoliberal, y
fraguar un proceso de imposición que se pretende consumar este año. Esto se
corroboró el mes pasado, cuando el periódico inglés The Guardian
publicó que una unidad secreta de Televisa vendió una estrategia promocional al
candidato priísta, basada en una
cobertura favorableen su noticiero principal y en los principales programas de entretenimiento, así como en la difusión de videos en cuentas de correo, Facebook y Youtube. El periódico dijo haber revisado documentos que formalizaron la venta que hizo Televisa al candidato del PRI, tales como una lista de tarifas que Televisa cobró a Peña Nieto para construirle una imagen nacional de gobernador del estado de México de 2005 a 2011, mediante videos promocionales, y el despliegue de tácticas diseñadas para hundir a sus oponentes.
De tal manera que, durante la pasada jornada electoral, prevalecieron
prácticas profundamente antidemocráticas, como la violencia de Estado, la compra
y la coacción del voto, la manipulación mediática, el uso amañado de las
encuestas y otras prácticas ilícitas que alteraron la esencia del sufragio
libre, informado, razonado y crítico. Estos hechos nunca fueron informados, sino
que, por el contrario, los medios, el Presidente y las instituciones electorales
descaradamente calificaron la elección como transparente, ejemplar y
pacífica.
Estas pruebas evidencian ampliamente que el proceso de imposición de Peña
Nieto como presidente tiene su origen desde 2005, y que empresas como Televisa
han jugado un papel determinante en tal imposición.
Advertimos que en caso de consumarse la imposición se restauraría el viejo
régimen político que practica la violencia de Estado, la represión, el
autoritarismo, la corrupción generalizada, el encubrimiento, la opacidad en la
toma de decisiones públicas, la coacción del voto y demás prácticas
antidemocráticas. EPN no debe ser presidente no sólo por el régimen caduco al
que representa y por su colusión y subordinación a Televisa, sino por las
amenazas que cierne sobre nuestro país la privatización del petróleo en favor de
las trasnacionales estadunidenses, la elevación de impuestos para el pueblo, la
reforma laboral que legalice la brutal explotación de los trabajadores y la
pérdida de derechos laborales indispensables; por último, la privatización del
sector salud y de las pensiones de los trabajadores, todas ellas serán
impulsadas y respaldadas por medios como ante el que hoy nos manifestamos.
Ante este peligro, llamamos a la unión y organización de las fuerzas sociales
en nuestro punto de acuerdo: la transformación del estado actual mexicano.
Sabemos que los estudiantes no podemos solos y por ello, convocamos a todos los
movimientos sociales, organizaciones civiles y políticas, así como al pueblo en
general a sumarse al proyecto democrático de transformación social y
reconstrucción nacional, a través de la participación activa, de la discusión,
toma de acuerdos, actividades organizativas y sumarse a las acciones que
llevaremos a cabo como las acordadas en la Convención Nacional contra la
Imposición.
Pueblo de México: ¡Hoy tenemos mucho por hacer! Organizarnos será el primer
paso. Desde nuestra causa, nuestra comunidad indígena, nuestra milpa, nuestra
plaza, nuestra selva, nuestras creencias, invitamos a que se adhieran a nuestro
manifiesto y acciones, que desde sus territorios, sus organismos e historias que
esperamos hacer nuestras, podamos juntos entrar en contacto, podamos juntos
entrar en confianza, luchar y transformar a este nuestro México.
Éramos silencio, éramos dolor, éramos opresión.
Quisieron arrebatárnoslo todo y lo único que perdimos fue el miedo.
Ya no seremos más una voz silenciada. Venimos aquí con nuestros cuerpos que
gritan:
¡¡¡Ya basta!!!
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