El Tepache

domingo, 17 de febrero de 2013

Más allá del amor…



Escrito por: José Jorge Hernández Briones

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imagen tomada de artistasdelatierra.com
imagen tomada de artistasdelatierra.com
A mi esposa: 
“Te amo para amarte y no para ser amado,
puesto que nada me place tanto como verte a ti feliz”,
George Sand, escritora francesa.
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A unas horas del Día de San Valentín, aprovecho para reflexionar un poquito sobre los diferentes tipos de amor, como el fraternal, de amistad, al prójimo, a Dios y el de la pareja, del cual escribiré unos párrafos para dar un punto de vista y compartir mi experiencia.

Se han escrito millones de líneas acerca del amor, también le rinden tributo a través de poemas y poesías, debido a que provoca suspiros y un estado mágico en nuestras vidas, también nos cambia la percepción del mundo.
Creo que el amor tiene vida propia: Nace, crece, se desarrolla y madura, a veces muere porque no se le alimenta como es debido, queda desnutrido, se enferma y a veces es muy tarde para salvarlo, simplemente queda desahuciado.
Cuando no es así, se disfruta a plenitud, sobre todo sí es en matrimonio y aunque se defina este como una unión de dos personas que tiene por finalidad constituir una familia o la unión de dos que cumplen roles de género definidos socialmente, las definiciones quedan cortas.
Una esposa o un esposo no es la otra parte de la persona, porque son uno, están diseñados para ser uno, de hecho, no dicen ahí vienen los matrimonios, se habla de un matrimonio, de una sola persona constituida.
La unión va más allá de medio cuerpo, (para ser la otra parte), va más allá de alguien que nos cubre nuestras necesidades económicas, afectivas o carnales, o un apoyo para plantear problemas y ser escuchados.
Creo que el matrimonio relaciona y engloba todo lo anterior, pero siempre soportado en fuente de amor de manera vertical y horizontal, con bases en un orden espiritual y de respeto del cual se alimenta de manera diaria.
Los detalles son importantes en la relación de pareja, pero más allá de estos, está la comprensión diaria, el apoyo mutuo pero sobre todo cubrir las necesidades básicas para que el amor fluya y la relación encuentre la madurez que los haga disfrutar la vida con respeto y vivan para disfrutar con calidad de su vida en pareja.
Al final de cuentas ver feliz a quien amas alimenta tu amor, también tu felicidad y te da plenitud. ¿No crees?

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