El Tepache

jueves, 28 de febrero de 2013

Gordillo no es ajena al gobierno, pero hoy le estorba




¿Pensarán acaso el gobierno y el procurador que los ciudadanos somos tan ingenuos como para creer que el asunto de Elba Esther Gordillo es sólo de tipo legal, no político ni personal, y que creamos que ella es corrupta pero solitaria, ajena a la SEP, a los gobiernos y a los partidos que la encumbraron?

Si la maestra fue líder del magisterio se lo debió en 1989 a Salinas de Gortari, no a los trabajadores; si fue corrupta, la SEP y los gobiernos fueron sus corruptores; si contaba con más de cien mil maestros con goce de salario para formar mayorías en congresos y formar su partido, fue porque la SEP otorgaba los permisos; si ordenaba agredir al magisterio disidente, fue con el apoyo de los gobiernos o, al revés, si el gobierno los agredía fue con el apoyo de ella; si desconocía las elecciones democráticas y quería que reconocieran las suyas, las autoridades lo hacían; si tenía acceso a Televisa era con el visto bueno de los gobiernos. En síntesis, se trata de un sistema complejo, amplio y corrupto, no de una persona a la que de pronto la encuentran corrupta y delinquiendo. Como si fuera un rayo en cielo despejado.
Ella sirvió a los gobiernos y partidos del PRI y el PAN, subordinó al sindicato más grande para favorecer el sistema que los rige. Hoy les estorba y la hacen a un lado, para dar credibilidad y fundamento a una reforma educativa, que no tiene ni una ni otra cosa. Porque la reforma educativa es un retroceso al sistema anterior, lo que ya es decir. Reiteramos que no estamos con ella, pero si la alternativa fuera constitucional, deben llamar a los maestros a un procedimiento de diálogo y consenso para diseñar la educación nacional que necesitamos. No aprobarla en la cúpula, en lo oscuro, como una reforma laboral y educativa.

Por la ANAD, Enrique Larios, Estela Ríos, María Luisa Campos, Maricarmen Fernández, Ernestina Godoy, Manuel Fuentes, Octavio Lóyzaga y O. Alzaga

Tanto peca el que mata la vaca...

El poder de la corrupción es la corrupción del poder. ¿Quién podría ser capaz de defender en estos momentos a la maestra? Hasta el más inocente del kínder sabía de sus transas, andanzas y delitos electorales. Todos sabemos y siempre hemos sabido la enorme y cínica corrupción de este personaje, pero si esa corrupción fue posible con ese descaro tan cínico y vulgar, es por la corrupción del poder.
Ahora está detenida por alguna de sus tantas corruptelas, pero si de justicia se trata, los que acompañaron, fomentaron, permitieron y se beneficiaron de tanta corrupción podrían y deberían ser acusados, por lo menos de cómplices o hasta de autores intelectuales de tanta fechoría. Tanto peca el que mata a la vaca como el que le agarra la pata, dice el dicho, pero peor pecan los encargados del rastro que permitieron que mataran a la vaca, que era del pueblo y que no les pertenecía.

Carlos Noriega Félix

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