El Tepache

miércoles, 20 de febrero de 2013

HISTORIAS DE BORRACHOS


Lilia Arellano

Todavía algunos recuerdan a Emilio Martínez Manatou, ex secretario de estado –ocupó la de Salud con López Portillo, la secretaría de la presidencia con Díaz Ordaz. y en Tamaulipas, entidad en donde gobernó durante el sexenio de Miguel de la Madrid- desde siempre fue considerado todo un cacique, un hombre muy poderoso en su entidad natal. No fue para nadie un secreto el estado quebrado que le entregó a Américo Villareal, como tampoco los líos de faldas que provocaba su atractivo físico y obviamente su abultada billetera.

Dueños de constructoras que por supuesto le hacían las obras al gobierno estatal con los precios que consideraban convenientes para sus patrimonios no dudaron en unirse a la familia González, quienes ya poseían farmacias por lo que la llegada de Martínez Manatou a la titularidad de Salud les resultó un gran billetote de lotería. De esta unión nació el señor Tucán, el papá del ex “niño verde” quien, como ya maneja personalmente su auto, debería considerarse “adolescente verde”. Asesorado por su señor padre que mientras vivió ambicionó ver a su hijo convertido en un hombre de trabajo, serio y se fue del planeta sin lograrlo, tuvieron la idea de un partido político. Así que años antes de que surgiera el Partido Verde ya la idea germinaba en la mente de Emilio González Torres quien envidiaba a uno de sus hermanos y se avergonzaba del otro, del de las farmacias Similares.
Lo que hasta ahora ha hecho en medio de los escándalos Jorge Emilio González Torres no lo hurtó, lo heredó. La irresponsabilidad en la juventud, las locuras, la vida fácil, las francachelas han sido para su familia directa un sello. Creció siendo testigo de la forma en la que su padre comerciaba con aves a las que dicen que después soltaba, por lo que consideró que no era negocio eso de andar quedando bien con la naturaleza, lo que incentivo su instinto depredador al que consideran rapaz.
Su padre fue factor clave para que se reformara la Constitución con la finalidad de que, sin contar con la edad ahí marcada, se convirtiera en legislador. Y empezó a manejar a su antojo al Partido Verde, mismo que no dudó en entregarle su padre a Vicente Fox para, al año, en una sesión en la Cámara, retirarse violentamente porque no les dieron las dos secretarías que pidieron a cambio de su adhesión: Salud y Ecología. En fin que, de nuevo y a través de componendas y compromisos copulares, le otorgaron el primer lugar en la fórmula para Senador por el Estado de Quintana Roo, entidad en la que sacó su credencial de elector por la ambición de llegar a la alcaldía y hacer los negocios que no pudo porque lo “chamaquearon” con un video en el que corrompía al alcalde de entonces, a Juan Ignacio García Zalvidea.
Las reacciones en contra de esta nominación fueron múltiples al grado de que Jorge Emilio no apareció jamás en un acto público de campaña y sólo se le veía con su “equipo” esporádicamente en los restaurantes de lujo en la zona hotelera siempre ingiriendo alcohol. Y es que también pesaba el cadáver de la extranjera que dijeron “se suicidó” y que se encontraba en una de esas muy conocidas fiestas en donde surten de todo que se celebraba en un departamento de su propiedad en la Torre Emerald ubicada en Cancún. La nota sobre este personaje se registró cuando iba campantemente borracho conduciendo su Mercedes Benz. Los del operativo del alcoholímetro que se encontraban en Paseo de la Reforma y Campos Elíseos en Polanco, DF lo revisaron, midieron su grado de intoxicación y lo conminaron a acompañarlos. Dio, para la revisión, un nombre falso.
Fue entonces que saltaron sus escoltas al ver que intentaban seriamente llevárselo y revelaron su identidad. Paró con todo y el fuero al centro de detención denominado “El torito”, en donde encierran a las servidoras sexuales, a los que se orinan en la vía pública, a los que duermen en las bancas o banquetas y hablan solos y a uno que otro al que un juez castiga administrativamente. Es ahí en donde, según sus propias declaraciones, le dio hambre y frío y por eso pidió un amparo. Por un lado, lo que le apareció fue la tremenda crudota y, por el otro, no es capaz este sujeto de pensar ni por un momento que tales declaraciones las hace un multimillonario que vive y saquea en un país que tiene millones y millones de friolentos y hambrientos.
¡Que renuncie! Ha sido el comentario más escuchado y no se trata de que tal solicitud se genere por un solo acto, son muchos y de toda una familia los que han indignado a quienes tienen memoria y están enterados. Aunque tal vez esta renuncia tendría que ser a toda clase de ambiciones políticas porque ya con dedicarse a las distribuciones farmacéuticas, con las intentonas permanentes de ser los únicos proveedores del ISSSTE y del IMSS, con los similares y los genéricos, parece que es suficiente porque finalmente tienen secuestrada a la industria y han eliminado a decenas de laboratorios y distribuidores.
Fuente http://www.indicepolitico.com/estado-de-los-estados-89/

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