El Tepache

martes, 26 de marzo de 2013

LA PANORAMICA


Por Raúl Díaz Berlanga

Nuestros tiempos representan un gran compromiso y una gran responsabilidad en todos los ordenes. Vivimos inmersos en una época donde lo que hagamos y accionemos podrá conducirnos a todos a exponernos a graves y grandes consecuencias. El destino del planeta está en nuestras manos, eso ni duda cabe...Los valores eternos están  ante  un gravísimo riesgo de extinción porque no nos engañemos, son los hombres y las mujeres de este tiempo quienes viven establecidos en la mala fe, en lo contradictorio, instalados en las múltiples formas del auto engaño  y lo niegan. Eso ya resulta agotador, cínico y aberrante.


Hay que aceptar que todo lo que nos rodea,  son simples átomos, partículas subatómicas, materia en distintos estados y  múltiples combinaciones e interacciones químicas pero que al ser puestas en marcha, resultan asombrosas y maravillosas. El cosmos mismo está estructurado de esas mismas composiciones que a su vez conforman los distintos sistemas planetarios que pueblan el universo entero. Algo por lo cual, deberíamos sentirnos muy especiales y orgullosos. Somos los hijos de las galaxias. Pero a nosotros en la tierra, lo que nos atràe y nos domina desde hace ya mucho tiempo, es la falsedad de las apariencias, lo ficticio  lo inexistente, lo virtual de una realidad manipulada mediante los valores sagrados y eternos. Eso es lo que en verdad nos llena y complace de manera superlativa.

Como entes que somos, hemos atravesado por infinidad de episodios formativos desde que hizo  su aparición la vida en nuestro planeta, hace cosa ya de 4000 mil millones de años, hasta nuestros días. Y para colmo, no acabamos de perfeccionarnos. Somos los eternos representantes de Penélope: Hacemos y deshacemos...Pero, pese a todo, quizás lo más relevante de lo sucedido, es nuestra supuesta evolución rumbo al desarrollo esencialmente humano: No hemos recibido nada de manera gratuita y milagrosa, todos nuestras búsquedas que han sido premiadas con algún hallazgo, no han sido producto de la casualidad. Todo lo realizado lo han llevado a cabo tanto los hombres como las mujeres a lo largo y ancho de nuestra gran nave espacial que circunda el universo dentro de la galaxia llamada Vía Láctea por los griegos.

Hemos alcanzado a través del esfuerzo continuo y con lentitud, una evolución no sólo biológica, sino también intelectual y espiritual y eso también hay que aceptarlo, pese a todas nuestras taras e infinidad de faltas. Ahí, en esos logros, radica nuestra gran y delicada responsabilidad: Somos poseedores de una enorme y grandiosa energía creadora que se encamina a conseguir metas y a cumplir deseos. Nuestros tiempos, son los tiempos de la indagación de la inmensidad que radica en nuestras mentes. Estamos instalados en la crisis de nuestra propia indagación y descubrimiento...Estamos empezando a comprender que la única religión aceptable para los hombres y las mujeres, será la que enseñe ante todo, a conocer, amar y servir apasionadamente al universo, del cual somos el elemento, hasta ahora, más importante- independientemente de nuestros repetidos fracasos y múltiples fallas-, ya que no somos uno de tantos seres que existen y deambulan por el cosmos, sino que tenemos un papel preponderante, al ser testigos de todos los demás objetos a nuestro alrededor y más allá. Desde esa postura, de llevarla a cabo de manera precisa, eficaz y responsable, es que dependerá, en mucho, el destino de nuestra especie y de todas las demás especies de nuestro hermoso y maravilloso planeta azul, blanco y verde.

El poder que ha logrado alcanzar en su peregrinar el hombre, es inmenso, pero hasta el momento, su tránsito hacia el desarrollo esencialmente humano, ha resultado ser insuficiente y muy incompleto. Esa dinámica y la labor realizadas, hasta ahora, están muy lejos de una plena y satisfactoria concreción. Están haciendo falta proyectos, planes y estrategias sólidas y congruentes. No existe hasta el momento ningún personaje que lo haya podido lograr, ni se contempla a nadie de esa estatura en el horizonte cercano o próximo. Existen, en cambio, infinidad de avances en muchas  materias y áreas que el calificativo bien podría ser de excelencia; pero, en lo que al desarrollo humano se refiere, en ese campo, permanecemos todavía, atorados, atrapados, rezagados. Nadie niega que en los rubros científicos y tecnológicos, los hombres y  las mujeres del siglo XXI, pueden y deben de sentirse muy orgullosos -como ya lo he mencionado- de sí mismos y de sus logros conquistados en aquellas dos categorías: Se ha pasado de un mundo de cavernas oscuras alumbrados con antorchas y teas, a un mundo iluminado por sofisticadas herramientas que rayan en lo mágico y en lo divino, dando paso a segundas y terceras creaciones, superiores a la que nos proporcionaron las aportaciones espontáneas y energéticas del universo...

Pero, ante todo este panorama de inmenso avance material, hay que aceptar con mucho pesar y tristeza que hemos reprobado en las materias enfocadas a enfrentar y resolver nuestros problemas tanto de convivencia, así como de manejo político y psicosocial que afectan nuestra evolución esencialmente humana: Tal parece, que nuestra operatividad y funcionalidad psíquica, está fuera de la jurisdicción científica y de sus grandes logros y avances alcanzados. Se están limitando a ir dando paso a otros seres genéticamente alterados de manera artificial: ¨Los Ciborgs¨,  ¨Los Clones¨...

Se domina la materia ya en un grado superlativo. Se está arribando a la conquista del espacio sideral y al súper diseño de seres genómicos, pero la concordia y la saludable convivencia entre los terrícolas, actuales del presente, cada día está peor, los 4000 mil millones de vida en nuestro planeta, están al borde de los incineradores, nuestra incapacidad en cuanto al manejo de los conflictos y nuestra gran estupidez, también ha resultado ser superlativa. No podemos alcanzar concordia y mucho menos fraternidad con nuestros semejantes, estamos dejando de lado el latir de nuestros corazones, el sonido que nos dio vida, el sonido rítmico que distingue a nuestro planeta, y las vibraciones puras y luminosas de nuestros espíritus...Los valores básicos, eternos, sagrados que han sostenido y sostienen a nuestra especie, las reglas éticas y morales que nos han mantenido con vida, se nos están escapando como el agua de entre las manos, de manera irremediable y absurda...

Nuestro tiempo de autoconocimiento se ha lentificado y el mundo cada día está más urgido de ser salvado, Ningún gobierno hace nada sensato para transformar espiritualmente a sus dirigidos- les llevan y traen a monigotes eclesiásticos avejentados, enfermos, muy gastados y repetitivos-, se resisten a transformar a sus gobernados, se resisten a que alcancen pleno desarrollo interior. Les hablan de política, de economía, jamás de propuestas psicosociales que los pudieran convertir y transformar en gente bondadosa y compartida, en mejores y más completos seres. Esos programas de desarrollo  vital-espiritual, son inexistentes hasta la actualidad...

Esta es la panorámica en que viven y mueren tanto las mujeres como los hombres de pleno sigloXXI, ¡¡¡que inutilidad, que barbarie!!!

Esos hombres y mujeres que han conquistado el átomo- que descubrió Heráclito de Éfeso en el 480 a,c, que también dijo que éramos hijos del fuego y que todo era dinámico-, que conquistan y ahora tratan de poblar otros planetas. Que dominan infinidad de enfermedades, prolongando la vida. Que han superado y controlado a la naturaleza en muchos aspectos, también son los hombres y mujeres con cero de calificación en todo lo que atañe al conocimiento, funcionamiento y operatividad de sus mentes y en lo referente a la liberación de su fuerza espiritual que tienen tan abandonada...Son los seres que en pleno siglo XXI  aún son dominados por sus tendencias y deseos infrahumanos, así como por sus contaminados y bajos instintos, condenados por ello, a su pronta extinción, por ser incapaces de resolver su intimidad y su progreso moral en ya varios miles de años...

El mundo vive ahora, con la gran responsabilidad y la urgencia de multiplicar los proyectos y estrategias de salvación de la especie, pero los grupos instalados en la miseria, desamparados y ubicados en la ignorancia, ya son una gran mayoría. Y lo peor, son masas olvidadas, casi, completamente. No existe, no hay, para ellos, el macro proyecto para proponer y elaborar un mundo de bienestar, de justicia, fraternidad y libertad que los incluya a todos.

Los políticos y seudodirigentes, son injustos, ambiciosos, egoístas, ignorantes. El único propósito que persiguen es su bienestar y su enriquecimiento. Algunos, no sólo son unos bribones, sino verdaderos ladrones y rateros, bandidos, gánster, capaces de eliminar a quien sea con tal de hacerse y continuar eternamente en el poder. Los políticos sacrifican eternamente a sus pueblos con toda suerte de locuras disfrazadas de coherentes y esperanzadores proyectos y la verdad, es que manipulan y mal gobiernan a este, casi, desmoronado planeta. ¿Cómo pueden esos remedos de seres humanos, abocarse a la salvación de tantos desamparados y desorientados? ¿Cómo podrían
proponer planes y proyectos resolutivos para tanto hambriento y marginado que para ellos no significan ni siquiera un centavo de ganancias?

Las deudas están ahí, esa es la grave y gran responsabilidad de los seres que han alcanzado el tan anhelado desarrollo humano, que han despertado de sus ¨programaciones¨- en otro texto abordaré ese tema- y que por ello, no deben ni pueden dejar en el olvido lo adquirido con tanto esfuerzo por aquellos que nos han antecedido y no hacer nada en sus comunidades, en sus sociedades, para que prevalezca la justicia, el respeto, el orden y la equidad...

Lo terrible, ya lo vimos, no está en las profecías apocalípticas y catastróficas, o en los vaticinios siniestros que surgen por doquier en todas las épocas. Lo  verdaderamente terrorífico del asunto está en nuestro transitar, en el camino que al hombre le ha trazado la masa de seudodirigentes sádicos y paranoicos. Ellos, junto con las masas ignorantes, programadas y masoquistas, nos encaminan hacia la destrucción y  la muerte inútil. Ya se les ha convencido de que todo va mal y que deben de caminar hacia ese final predecible, lo más pronto que puedan o que acepten la idea de ir a poblar otros planetas como carne de cañón, porque allá todo va a resultar mucho mejor...

¿Usted, amigo lector, que ha alcanzado un más pleno y mejor desarrollo humano, moral y espiritual, qué está aportando, cuáles son sus propuestas, sus acciones? ¿A que vino a la vida?
¿O vive evadiendo su responsabilidad sin hacer nada para desenmascarar a las ideologías instaladas en el poder y que nos tienen a todos al borde de la locura, la ignominia y la indignidad?

Ojalá que todo lo que le narró, amigo lector- y le pido una disculpa por mi incapacidad de síntesis-, se tratará de una siniestra broma o de simples ideas que a mí se me ocurren, pero, créame, lamentablemente, no es así, está es la panorámica!!!

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