Se acabó el confeti
La realidad, otra vez
Reformas en puerta
Carlos Fernández-Vega
Se acabaron los discursos y las alegres cuan nutridas promesas de
campaña: México regresa a la cotidiana cuan triste realidad. Concluyó la
fiesta cívicatras muchos meses de serpentinas, confeti, saliva y música ambiental para evadir la cruel situación nacional, con un resultado que sólo regresa al país al punto de partida. A pesar de ello, en medio del golpe mediático, dos buenas noticias surgen de todo esto: que el PAN se fue al caño (
derrota mayúscula, dice cómodamente Gustavo Madero, quien se aferra al hueso), y que sólo le restan cinco meses al actual inquilino de Los Pinos, quien, dada su brillante actuación, se ve en la vergonzosa necesidad de regresar los bártulos a los tricolores. El problema, después de todo, es quién levantará el tiradero.
Se acabó, pues, aunque sólo en el aspecto electoral, porque el circo político
sigue, y el inquilino de Los Pinos ya amenazó con que mantendrá su fatuo
discurso hasta el término del periodo constitucional. En fin, retómese la
ingrata realidad, y dentro de ella, especialmente, el negro panorama que se
observa en el ámbito laboral. En este contexto, el Centro de Estudios de las
Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados advierte que a pesar de que
oficialmente la crisis económica
finalizó hace más de dos años, la tasa de desocupación en el país sigue sin retomar su nivel previo a la sacudida. De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE, con cifras a mayo pasado) tal indicador se ubicó en 4.83 por ciento de la población económicamente activa, lo que representó una
disminución, si así puede llamársele, de 0.37 puntos porcentuales en su comparación anual. Eliminando el efecto estacionario, se ubicó en 4.97 por ciento, para una
reducciónde apenas 0.01 puntos porcentuales con respecto al mes anterior. No obstante, si se considera que antes de la crisis la citada tasa era de 3.71 por ciento (promedio en 2007), es claro que el ritmo de disminución de la desocupación ha sido lento e insuficiente.
De persistir la tendencia actual, la tasa de desocupación tardaría más de
tres años en recuperar su nivel anterior a la crisis. Al comparar el ritmo de
mejoría de la desocupación en la actualidad con el que se tuvo después de la
crisis de 1995, resulta que la recuperación actual en dicho indicador ha sido
más lenta, lo cual se puede observar mediante el siguiente contraste. Por una
parte, si se equipara el punto más álgido de la crisis, cuando se alcanzó una
tasa oficial de desocupación de 6.41 por ciento (septiembre de 2009, cifras
originales), con el mes de mayo de 2012 se tiene que la reducción ha sido de
1.58 puntos porcentuales, equivalente a un avance anual de 0.57 puntos. En la
crisis de 1995 la pasó de 6.86 a 3.59 por ciento en tres años (periodo
aproximado al que ha trascurrido desde 2009 al presente), lo que representa una
reducción anual de 1.09 puntos (pasó de 6.89 en 1995 a 2.5 por ciento en 1999).
De esa forma, resulta claro que los avances en la desocupación en la crisis
anterior fueron más rápidos, haciendo posible una reducción de 3.27 puntos
porcentuales en tres años.
Adicionalmente, durante mayo unas 850 mil personas entraron al mercado
laboral, lo cual aunado a que el Instituto Mexicano del Seguro Social dio a
conocer que el sector formal creó 68 mil 410 nuevas plazas en el mismo mes, se
tiene que más de 780 mil personas tuvieron que buscar empleo en la informalidad.
Por ello, de acuerdo con los datos dados a conocer por el Inegi, la tasa oficial
de ocupación en el sector informal alcanzó 29.45 por ciento de la población
ocupada, su nivel más alto desde que se publica la ENOE (2005).
De igual forma, las personas que reportaron tener disponibilidad y necesidad
de trabajar más horas (subocupación) se incrementaron 0.64 puntos porcentuales
en comparación anual, al pasar de 8.25 por ciento de la población ocupada en
mayo de 2011 a 8.89 por ciento en el mismo mes de 2012. Los estados que tuvieron
las peores reducciones en su tasa oficial de desocupación fueron (en términos
anuales) Tamaulipas (-1.83 puntos porcentuales), Campeche (-1.5), Puebla
(-1.02), San Luis Potosí (-1.01) y Jalisco (-1.12), y los de mayor crecimiento
Chihuahua (1.2), Nayarit (1.17), Nuevo León (0.66) y Michoacán (0.62).
En suma, si no fuera por el mercado informal el desempleo en el país sería
mucho mayor. Es más, la desaceleración económica mundial podría empeorar los
indicadores del mercado laboral mexicano. El primer impacto sería vía el sector
externo, pues la economía global podría provocar un menor dinamismo de la
producción industrial en Estados Unidos, lo que a su vez afectaría
indirectamente el empleo formal creado por la industria manufacturera mexicana.
El segundo impacto provendría de la menor demanda interna ocasionada por el
posible bajo crecimiento salarial y la creación de empleos de mala calidad.
En el vecino del norte la situación tampoco es grata. La presunta
recuperación económica en Estados Unidos continúa siendo lenta, afectando el
desempeño de su mercado laboral. Lo anterior se observa en la cifra adelantada
de solicitudes iniciales del seguro de desempleo que, en la semana que terminó
el 16 de junio, se ubicó en 387 mil, para una disminución de 2 mil respecto a la
semana previa. El dato registrado estuvo por arriba de lo esperado por el
mercado que, de acuerdo con la encuesta de Bloomberg, anticipaba en promedio 383
mil solicitudes iniciales. Por su parte, usando el promedio móvil de cuatro
semanas (indicador más estable), las solicitudes fueron de 386 mil 250, 3 mil
500 por arriba del promedio anterior.
En la semana que terminó el 9 de junio (última información disponible), el
número de personas cubiertas por el seguro de desempleo estatal (sin subsidios
federales) fue de 3 millones 299 mil, el mismo nivel de la semana previa. Lo
anterior equivale a 2.6 por ciento de la población con cobertura. Dado que la
mejoría en la generación de empleo durante el primer trimestre de 2012 fue
ocasionada principalmente por una disminución en el nivel de separaciones y no
por un aumento considerable en el número de contrataciones, las cifras
anteriores permiten inferir que la nómina no agrícola de junio nuevamente será
decepcionante. Incluso, las últimas proyecciones de la Reserva Federal (junio
2012) fueron revisadas al alza, al estimar que la tasa de desempleo se ubicará
entre 8.0 y 8.2 por ciento, 0.2 puntos porcentuales por arriba de la estimación
hecha en abril pasado.
Las rebanadas del pastel
Lo que Calderón no pudo terminar, Peña Nieto lo va a aterrizar: con
mayoría tricolor en el Congreso, ya vienen las
reformas estructurales, de tal suerte que, de entrada, despídanse del petróleo mexicano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario