Homozapping
Escrito por Jenaro Villamil
Segunda parte del reportaje Iusacell-Televisa, la fusión desde Los Pinos (Segunda Parte), consulta la primera parte aquí.
La Concentración Televisiva
Jorge
Fernando Negrete, director de Mediatelecom, escribió un detallado
análisis sobre la fusión señalando que “usuarios ganan en telefonía y
pierden en televisión”.
Las reacciones más negativas en contra
de la decisión de la CFC argumentan que, a pesar de las condiciones y de
la promesa de licitar una tercera cadena de televisión, la alianza
entre Grupo Iusacell y Grupo Televisa refuerza la concentración que el
duopolio televisivo mantiene en la pantalla televisiva.
Jorge Fernando Negrete, director de
Mediatelecom, escribió un detallado análisis sobre la fusión señalando
que “usuarios ganan en telefonía y pierden en televisión”.
Negrete afirma que “si bien la
licitación de una nueva cadena de televisión nacional es un paso
importante para favorecer la competencia en el sector, que además podría
aportar las condiciones necesarias para una mayor diversidad e
inclusión en televisión, la entrada de un nuevo competidor no garantiza
necesariamente y de manera automática la generación de mejores
condiciones”.
Para el especialista en
telecomunicaciones, además del compromiso de licitar una tercera cadena
se requiere “fortalecer los medios públicos y comunitarios, así como la
producción nacional independiente, al tiempo que se permita que otros
operadores de telecomunicaciones puedan proveer televisión y producir
contenidos audiovisuales”.
Negrete considera que la clave está en
garantizar “un pleno crecimiento de las compañías proveedoras de
contenidos” tanto en televisión abierta, como en televisión restringida.
En ambos casos, Televisa domina ampliamente en contenidos y, junto con
TV Azteca, acapara el 95 por ciento de inversión publicitaria del país
dirigida a televisión abierta, valuada en 33 mil millones de pesos
anuales o el 58 por ciento de toda la inversión publicitaria del país
(radio, prensa, revistas, cine, internet y otros medios digitales).
“Dada la cobertura, el nivel de
inversión publicitaria que acaparan, la audiencia cautiva que poseen
ambas compañías y el poder político que han alcanzado a través del uso
de un medio de comunicación tan relevante como es la televisión abierta,
Televisa y TV Azteca han sido señaladas como la constitución de un
duopolio que restringe la entrada de nuevos competidores, mantiene una
posición dominante en la distribución de contenidos y establece
prácticas anticompetitivas en contra de anunciantes”, resume el director
de Mediatelecom en su análisis de 8 cuartillas.
Negrete considera que la prohibición de
“venta de contenido no empaquetado o atado” en televisión restringida
(donde Grupo Televisa domina en más del 55 por ciento a través de sus
filiales Cablevisión, TVI, Cablemás y Sky) es una medida “que parece
quedarse corta”, ya que no obliga a la transmisión o retransmisión
gratuita de los canales de televisión abierta (Canal 2, canal 5, canal 9
y canal 4, propiedad de Televisa) en los otros sistemas de televisión
restringida que no son de la empresa de Azcárraga Jean. Esta medida es
conocida como must carry y must offer.
Mediatelecom recordó que, hasta ahora, a
pesar de una resolución de la CFC, Televisa no ha cumplido con las
condiciones impuestas para adquirir Cablemás, la tercera empresa más
grande del país. Entre esas condiciones, está la venta del 32 por ciento
de la participación que Cablemás posee en PCTV, la unión de compañías
cableras que controla y negocia en paquete los contenidos para
televisión restringida.
La Asociación Mexicana de Derecho a la
Información (AMEDI) también reaccionó en contra de la fusión. En su
comunicado, la agrupación dirigida por Aleida Calleja considera que los
comisionados de la CFC violaron la Constitución y la Ley Federal de
Competencia.
“Con esta decisión, la CFC ha querido
configurar un monopolio convergente que se enfrenta a las principales
empresas de telecomunicaciones de este país, pero con ello no protege el
interés público ni el bienestar de los consumidores. Ha pretendido
equilibrar el mercado de las telecomunicaciones, pero erradicó de un
plumazo la escasa competencia que existía en radiodifusión, fusionando a
las dos televisoras que concentran la casi totalidad del mercado
audiovisual”, resume el comunicado de la AMEDI.
El organismo señala que la decisión de
la CFC fue una “instrucción presidencial” y acusa a Felipe Calderón de
ser “el responsable directo del otorgamiento de privilegios y prebendas a
través de organismos reguladores como la CFC y la Cofetel, capturados
por los intereses político-electorales de la actual administración”.
El especialista Ramiro Tovar Landa,
académico del ITAM, también consideró que las condiciones impuestas por
el organismo antimonopolios “no resuelven en absoluto el riesgo de
colusión” entre Televisa y TV Azteca. “La entrada de una nueva
televisora no tienen efecto alguno en las conductas colusivas
potenciales o incluso actuales que se pueden dar o se están dando, en
los mercados en donde participan”.
Negociaciones desde Los Pinos
La presión sobre los cinco comisionados
de la CFC (Eduardo Pérez Motta, Rodrigo Morales Elcoro, Luis Alberto
Ibarra Pardo y Cristina Massa, quienes votaron a favor, y contra Miguel
Flores Bernés, quien mantuvo su voto en contra) se intensificó en las
semanas previas al plazo límite para dar a conocer la resolución final,
el 15 de junio.
Las negociaciones más duras se
realizaron con el vicepresidente de Televisa, Alfonso de Angoitia, y los
representantes de la CFC. Se llegó a plantear la posibilidad de que
Televisa se deshiciera de alguna de sus tres cadenas de televisión
abierta, especialmente, el Canal 9. La empresa de Emilio Azcárraga Jean
se negó tajantemente.
Desde Los Pinos, la vocera Alejandra
Sota comenzó a operar para destrabar las negociaciones en torno a la
licitación de la tercera cadena de televisión digital, que se quedó
atorada en la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel). El
anuncio de que Cofetel licitará en “un plazo máximo de 18 meses” la
tercera cadena de televisión digital se hizo unos días antes de que se
tomara la decisión en la CFC.
Cuatro de los cinco comisionados de este
organismo regulador votaron a favor. Sólo José Luis Peralta mantuvo su
oposición al proyecto encabezado por el presidente del organismo Mony de
Swaan.
En paralelo, distintas fuentes
consultadas, confirmaron que en Los Pinos también se planea una
reestructuración de la banda 2.5 Ghz, considerada una de las más
valiosas del espectro para permitir servicios de banda ancha en internet
por vía inalámbrica.
La mayor parte del espectro (190 Mhz)
está en manos de la empresa MVS, de Joaquín Vargas. La negociación en
Los Pinos es otorgarle el refrendo a MVS para que pueda operar la
empresa Banda Ancha para Todos, a cambio de que Grupo Televisa también
acceda a la posibilidad de rentar en esta banda, siempre y cuando no sea
accionista del consorcio encabezado por MVS.
El otro gran tema pendiente es la
liberación de la banda de 700 Mhz, conocida como “dividendo digital”. En
esta banda es donde las televisoras transmiten sus actuales señales
analógicas. Televisa y TV Azteca poseen el 88 por ciento de las
concesiones analógicas, pero también el 78 por ciento de los llamados
“canales espejo” que el gobierno mexicano les otorgó para la transición
hacia la televisión digital.
La negociación más fuerte, al interior
de Los Pinos y de Cofetel, es la devolución de los canales espejo que se
les otorgó a las dos grandes televisoras y la liberación de la banda
700 Mhz, considera uno de los activos más importantes a nivel mundial
para impulsar el internet de banda ancha móvil.
Es la última pieza de negociación entre
el gobierno de Felipe Calderón y las televisoras, en vísperas de las
elecciones federales del 1 de julio.
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