El Tepache

viernes, 24 de agosto de 2012

El hombre que hace temblar al imperio



Gustavo Robreño
Mi Columna en POR ESTO!

El gobierno de Estados Unidos y sus testaferros visibles en este caso, los de Gran Bretaña y Suecia, hacen esfuerzos por dar la impresión de que la solicitud de extradición por parte de Estocolmo a Londres del periodista australiano Julian Assange no es más que una cuestión puramente rutinaria, relacionada con la acusación por supuestos “abusos sexuales” que fue presentada contra Assange bajo muy extrañas condiciones y por parte de dos damas sospechosas de estar relacionadas o bajo presión de los servicios de inteligencia estadounidenses y suecos.



No es necesario siquiera ser muy perspicaz para darse cuenta desde entonces que el gobierno de Estados Unidos busca desesperadamente ajustar cuentas al periodista Assange por haber divulgado al mundo entero decenas de miles de documentos internos cursados entre embajadas, departamentos y otros servicios del Ejecutivo estadounidense, contribuyendo así a desenmascarar la hipócrita y falaz política imperial de Washington respecto al resto del planeta -incluidos sus aliados y socios de diferente ralea- y poniendo en el mayor de los ridículos las paranoicas medidas de que ese país ha hecho gala habitualmente para evitar que se conozcan sus dobles juegos y maniobras sucias.


Los miles de documentos mostrados por Wikileaks constituyeron un golpe sin precedentes a la farsa imperial, en un momento particularmente sensible para el poder desmoralizado y decadente de la pretendida potencia hegemónica unipolar y su contenido se convirtió en un inesperado arsenal, útil y oportuno a la vez, para todas las fuerzas progresistas y honestas que en cualquier lugar del mundo y de las más diversas maneras se niegan a someterse al dictado de la nueva Roma.


Todo ello explica claramente que para las autoridades de Washington y para los socios que le sirven, el castigo ejemplar contra el periodista australiano se ha convertido en cuestión de primer orden, con pretensiones de disuadir y aterrorizar cualquier otro intento semejante, y tiemblan obsesionados por llevar a Assange a pagar sus culpas hasta las últimas consecuencias, a la vez que también tiemblan ante la posibilidad de que se repita un caso similar.


Es posible que la prepotencia imperial los haya cegado una vez más, llevados por la creencia de que pueden hacer y deshacer al margen de las convenciones y las leyes internacionales y hayan ignorado la posibilidad de que surgiera un país pequeño pero digno, con un gobierno que no se deje presionar ni chantajear ni amedrentar -como Ecuador, en esta ocasión-, que ha concitado ya el apoyo de numerosos países y organizaciones regionales donde se asocian los representantes de América Latina y el Caribe, que han apoyado unánimemente la firme posición ecuatoriana con arreglo a derecho.


En medio del conflicto creado y de las amenazas y desplantes que han partido fundamentalmente de los voceros británicos y suecos, no debe olvidarse en ningún momento que es el gobierno de Estados Unidos el principal instigador y manipulador de la persecución contra el periodista Assange y que desde hace mucho tiempo tanto la Casa Blanca como el Departamento de Estado han proclamado públicamente su voluntad de venganza y actúan sistemáticamente para lograrlo.


Veamos si Estados Unidos puede contar con sus socios de la OTAN para dar el tiro de gracia al derecho de asilo, que tanto dice defender hipócritamente aunque sin suscribir los más importantes convenios internacionales al respecto.


Fuente http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=16&idTitulo=187381

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